Cruzamos el mar de Alborán

Un de los retos más importantes (y difíciles) de la campaña "Velero Diosa Maat en Acción", era el cruce del mar de Alborán. Desde Almería, casi 100 millas de mar, mar, mar nos separaban de nuestro destino: Melilla. ¡Última parada de "El velero Diosa Maat en Acción"!

En Melilla nos espera "Ecologistas en Acción-Guelaya", la federación de Ecologistas en Acción de la Ciudad. Como curiosidad nos dicen que Guelaya es una zona geográfica que abarca más que la ciudad de Melilla y se adentra en Marruecos. Y coincidimos con ellos: el ecologismo no entiende de fronteras.


Durante la travesía nos organizamos en turnos de dos personas cada dos horas, para asegurar que siempre hubiese alguien en cubierta mirando al horizonte y vigilando cualquier novedad en la mar (como barcos grandes que se comen el velero).



Así, durante 21 horas nueve personas nos aventuramos mar adentro, acompañados, sobre todo, de delfines comunes en la proa.

Mientras cruzábamos, al igual que nos pasó en el Estrecho de Gibraltar, no dejamos de pensar en todas las personas que deciden abandonar el lugar en el que viven (con todo lo que eso conlleva) y arriesgar toda su vida en el Mediterráneo. El mar no está sólo lleno de basura, si no también de cadáveres. Y no es un dato dramático, ni tristemente romántico de la "nueva" desgracia del siglo XXI. Las mercancías viajan por todos lados, de sur a norte (sobre todo); sin embargo, las personas no. Sus pasaportes no valen.



Melilla: qué lugar en el mundo

Melilla es una ciudad española (desde época de los Reyes Católicos) de unos 80.000 habitantes y 12 kilómetros cuadrado. Este enclave en África nació para impedir invasiones musulmanas, ahora frena inmigrantes. De los casi 7.000 que intentaron entrar en 2015, lo lograron 500. Es la frontera de África con Europa, de Occidente y "de la puerta de atrás". 
Aquí nos quedaremos un tiempo trabajando codo con codo con Guelaya, por lo menos hasta la primera semana de septiembre. Haremos actividades enfocadas a la conservación de la biodiversidad del mar de Alborán, pero también queremos trabajar el "aparcado" concepto de refugiados climáticos. Es decir: queremos indagar en la raíz del problema. La inmigración no es un hecho aislado, si no un conjunto de circunstancias que en la mayoría de los casos incluyen un componente climático, como una sequía, un incendio o una inundación, y a partir de ahí surgen los conflictos políticos, religiosos o económicos. La figura de refugiado climático no existe internacionalmente por lo que cada vez más personas que tienen que abandonar sus tierras (sobre todo por el Cambio Climático) están desprotegidas ante la voraz frontera de Europa o Estados Unidos. 




Para leer más sobre Melilla:  https://elpais.com/internacional/2017/05/30/actualidad/1496165108_171804.html